06 agosto 2025

Idea del día: La virtud como término medio es un extremo.

Para Aristóteles la virtud es el modo de ser por el cual el hombre se hace bueno, esto es, el modo de ser por el cual el hombre realiza bien la función que le es propia. De la misma forma que el ojo ve bien, en tanto cumple adecuadamente la función que permite ver, el hombre cumple bien su función de hombre siendo virtuoso. 

A su vez, la virtud, para nuestro autor, es un término medio: 

La valentía es el término medio entre el exceso: temeridad (arriesgarse sin pensar) y el defecto: cobardía (no enfrentar lo que se debe). La generosidad es el punto medio entre el exceso: derroche y el defecto: tacañería. Respecto del que se complace  en divertir a los otros, el término medio es gracioso; el exceso, bufonería; el deficiente, rústico (1). Aunque no toda pasión o acción admite un término medio (Por ejemplo pasiones como la malignidad, la desvergüenza, la envidia o acciones como el robo y el homicidio, no tienen término medio, ellos mismos son extremos, no siendo posible obrar bien desde allí). 

Pero las pasiones y acciones que sí admiten un término medio, permiten desarrollar un modo de ser basado en la virtud. El término medio de una cosa es aquel en que se da la misma distancia entre dos extremos. Pero este término se refiere a la cosa. Para alcanzar la virtud es preciso buscar el término medio relativo a nosotros mismos

En consecuencia, la virtud es un modo de ser (no es pasión ni acción) selectivo, siendo un  término medio relativo a nosotros, determinado por la razón y por aquello por lo que decidiría el hombre prudente.  Es un medio entre dos vicios, uno por exceso y otro por defecto, y también por no alcanzar, en un caso, y sobrepasar,  en otro, lo necesario en las pasiones y acciones. 

Sin embargo Aristóteles nos dice también que la virtud, con respecto  a lo mejor y al bien, es un extremo. ¿Por qué? Porque  aunque la virtud es un “medio” entre dos vicios, es en sí misma lo mejor posible que alguien puede hacer, es un extremo de perfección moral. Es decir: es extremo en su valor porque es lo más correcto y excelente que se puede hacer. 

Aristóteles. Ética a Nicómaco (Textos Clásicos nº 3) (p. 01-63). Gredos. Edición de Kindle y diálogos con la IA.


(1). Hay otras pasiones sin nombre exacto: por ejemplo, "respecto de la ira existe también un exceso, un defecto  y un término medio; estas disposiciones no tienen prácticamente nombre; pero, ya que llamamos al término medio  apacible, llamaremos a la disposición intermedia apacibilidad; de los extremos, el que peca por exceso sea llamado iracundo, y su vicio iracundia; y el que peca por defecto, incapaz de ira, y el defecto, incapacidad de ira".Aristóteles. Ética a Nicómaco (Textos Clásicos nº 3) (p. 66). Gredos. Edición de Kindle.